El Amor de Arriba lleva la energía de nuestra alma hacia la fisicalidad. La sensación de que sobre nosotros, por encima de la coronilla, está la fuente del amor, y este Pomander nos recuerda que podemos acceder a él. En la práctica, implica poner amor y atención en todo lo que hacemos, no solo en forma de consciencia plena, sino también en el cuidado que podemos o podríamos poner en todos los objetos inanimados que manipulamos. Lo que practiquemos en las pequeñas cosas, esa misma consciencia podrá estar presente en las cosas más importantes.